
Conversar con Alessandra Villegas & Daniel Sarcos es presenciar la energía y la vitalidad de una pareja que ha conseguido conectarse de una manera maravillosa, irradian lo que sienten el uno por el otro cuando están juntos y cuando no. Se nota la admiración que se tienen, la energía que les conecta y que les ha permitido estar juntos por una década.
Y es casi imposible que Daniel no admire a Alessandra, una mujer que se ha destacado por su talento en la pantalla y fuera de ella. Es empresaria, host de televisión, mamá y una soñadora sin límites. Es de las que busca las oportunidades y trabaja por ellas, con la convicción de que puede. Se ha preparado para cada uno de los roles que cumple. Y lo hace con una alegría incontenible.
No se podría etiquetar a Alessandra en un solo nicho, ella lo reconoce, y dice que es “un poquito de todo”. “Siento que encasillar a las mujeres en un solo rol es una crueldad. Me considero mamá, empresaria, esposa, ama de casa y artista. Esa es la belleza de nosotras las mujeres y hablo en nombre de nuestro género. Siento que nosotros tenemos esa habilidad de ser multifacéticas y hacer muchas cosas bien, no todo bien, pero muchas cosas bien”.
Por eso se lanzó en el mundo del emprendimiento con V J C O L L E C T I O N S, una tienda de bolsos de lujo para mujeres, hechas a mano en Italia y con distribución en todo el mundo. Reconoce que es un reto entrar en el mundo digital del comercio y ese camino ha confirmado que nunca se termina de aprender y que tener un proyecto de ventas requiere entender que se está en constante movimiento.
Dice que es un “pulpo” en su empresa, sin dejar de reconocer a su equipo y la importancia que tienen para que el trabajo sea de calidad. “Soy de las que se involucran en todas las áreas y luego delego para tener un liderazgo óptimo, así que me ha costado un poco prepararme en ese sentido. La relación dentro de la empresa siempre ha sido muy armónica, creo que la gente feliz trabaja mejor y a mí se me da con facilidad el tema de relaciones”, agrega.
A la par de sus emprendimientos, Alessandra no suelta la televisión. En Espléndida Tv, transmitido por Hola TV, se siente como pez en el agua, “no aguantaba las ganas de hacerlo”, dice. Porque ella es de las que piensa que todos los seres humanos nacemos para algo y este show fue la cereza del pastel.
“Yo amo la televisión, amo los medios de comunicación y creo que justamente para eso nací. Cuando tienes una pasión tan grande por algo, nunca la pones en la gaveta, involuntariamente viene a ti, inconscientemente estás trabajando para que así sea. Lo busqué emocionalmente porque creo mucho en estar conectados con la vibración en la que quieres sintonizar”.
A pesar de que está en un medio tan competitivo, no se conecta con el término, porque ella se siente más cómoda pensando que todos deben y pueden encontrar su lugar porque todo el mundo tiene algo especial y único. “Nadie tiene lo que tú tienes para ofrecer, es imposible que haya dos personas que se repitan, es simplemente creer en ti, ser consistente, como dice Daniel, de que este es un medio de resistencia, de estar allí, de estar presente, de seguir preparándote y hoy en día con las redes sociales tienen una puerta tan grande, tienes tu propio canal, tienes tu propia ventana donde te puedes expresar como quieras, más bien siento que ahora son más las posibilidades”.
Daniel, el niño que soñaba con ser pelotero
La misma admiración que siente Daniel por Alessandra, la tiene de vuelta. Y no es para menos. Daniel Sarcos es un venezolano con una trayectoria impecable, ha llegado, a través de la televisión, a los rincones más lejanos de América Latina. Y es paradójico porque ser animador no fue su sueño de niño, él quería ser pelotero o cantante. Pero las conexiones de su papá con la radio lo pusieron en el lugar preciso para luego convertirse en el animador querido que es hoy.
“Aún me sorprende cuando voy a un sitio y alguien sabe de mi trabajo. Cuando vamos a un pueblito y que la señora que vende los mangos me saluda, eso para mí es lo máximo”. Cuenta esto con entusiasmo, el roce con su público lo nutre y lo anima.
Se podría pensar que Daniel Sarcos logró la internacionalización en los Estados Unidos, pero él corrige esa idea explicando que el programa Sábado Sensacional, transmitido en el canal venezolano Venevisión, fue el trampolín. Un programa que se transmitía en casi toda América Latina. A eso se le sumó su participación en el programa La Guerra de los Sexos, del mismo canal. Un espacio que Daniel no solo disfrutaba, sino que le permitía llevar diversión a los hogares.
Daniel abraza su trabajo fuera de su terruño, por múltiples razones: El reconocimiento y la oportunidad de hacer lo que le gusta. Pero añora la televisión venezolana porque, dice, era muy aguerrida y reactiva. “Echo mucho de menos eso. Todo empezó en el estudio 1 de Venevisión y son recuerdos que atesoro. Siempre lo extraño. Todo empezó ahí”.
Pero además de su trabajo, su tesoro más valioso es su familia. Cuando se le pregunta sobre ese momento sensacional, viene a su mente cuando nació su hijo con Alessandra, cuando pudo reunir a sus hijos “Allí estábamos todos los Sarcos Cabrera, María Victoria, mi primera hija; Carlota, Vicky, Ale y yo, pasamos esos días en Disney con ellos y fue sensacional”. Guarda ese momento en su mente, ese es un ritual que hacen Ale y Él, tener un álbum mental y afectivo para cuando los días no vienen bien.
Pareja y compañeros de Podcast
Daniel y Alessandra cuentan emocionados cómo ha sido la experiencia de ser parejas, papás y cómplices, ahora les entusiasma poder compartir Esto es lo que hay, un podcast, cuya idea fue de ella. Los temas los eligen ambos, con el apoyo de su productor, Jesús Fuenmayor. Allí tratan de desmitificar un poco lo que la gente cree que es la vida de dos personas como ellos.
“La gente piensa que nosotros estamos en el Jet Set, no manejamos, que no tenemos problemas y que James nos levanta en la mañana con el desayuno puesto en la mesa. La vida no es así. Me gustó mucho la idea de desmitificar un poco la figura como nosotros”, cuenta Daniel.
El inicio del idilio
Ale y Daniel se conocieron en 2011, cuando ambos trabajaban en Telemundo. Daniel era el animador y Alessandra se encargaba de las redes sociales del programa Un nuevo día. Ella cuenta con total honestidad que, aunque lo admiraba, cuando lo conoció no le encantaba su personalidad. Ambos estaban en situaciones complicadas en lo personal. Daniel estaba en proceso de divorcio y Ale, comprometida. Con el tiempo comenzaron a ser amigos, frecuentar y un día, tras una comida, surgió el flechazo.
Han vivido etapas maravillosas y otras difíciles. Supieron manejar el hecho de que Daniel le lleva 20 años de diferencia a Ale, pero luego de 10 años juntos pueden decir con certeza que esa receta tiene que ver con el hecho de que se encontraron en momentos claves de sus vidas.
Con brillo, Daniel dice que está enamorado del ímpetu de su esposa, de las ganas de vivir que transmite y reconoce la capacidad de mediación y resistencia que tiene para sobrellevar las etapas complicadas.
Por su parte, Ale considera que lo que los ha mantenido juntos es las ganas de conocerse, las risas que comparten cuando están juntos. “Soy de las que piensa que el éxito no se logra huyendo. El verdadero valiente es el que se queda. En la pandemia hicimos un ritual que nos hizo conocer facetas de cada uno cuando la convivencia era excesiva: Agarramos un corcho y dijimos: nosotros vamos a ser como el corcho, siempre vamos a flotar”.
Una de las cosas que sin duda se han disfrutado es la paternidad. Cuando llegó Danielito a sus vidas hubo un cambio total y una entrega por parte de ambos. “A Daniel solo le faltó amamantar”, dice Ale. En ese momento es que sintieron que ya no eran solo una pareja, ahora eran familia. Para el animador fue una experiencia nueva, con sus primeros hijos no compartió como con Danielito porque se separó de sus parejas cuando ellos eran pequeños. Ahora vive la cotidianidad de la paternidad y eso le encanta.
Lo que viene para Ale y Daniel
En lo personal ambos están de acuerdo en que tienen como prioridad la crianza de su hijo. No planean, por ahora, tener otro bebé. Pero en lo profesional vienen muchas cosas buenas. Daniel trabajará conduciendo la nueva temporada de Masterchef en República Dominica y la tercera temporada de la Guerra de los sexos, así como la reorganización para el monólogo La travesía.
Ale tiene previsto hacer crecer su negocio, continuar con su programa en Hola TV y con el podcast que lleva con su esposo.
En Sonríe Miami no pudimos dejar de preguntarles cómo celebran el día del amor, y dicen que ese día no faltan los detalles, porque Daniel es un romántico empedernido y Ale ha aprendido a serlo. “Ese día desayunamos con nuestro bebé y luego nos damos un espacio para nosotros”, cuentan.
Esta pareja, que está lejos de presumir lo que han logrado, tratan de llevar sus vidas de la forma más tranquila, gozan del sentido del humor que ambos tienen, de la alegría que transmite Daniel, de la mística de Ale. En ningún momento dejan de confirmar que la familia está primero y que el hogar es el refugio de ambos, una oportunidad para ser plenamente felices. También son agradecidos. Agradecen a los amigos, a los lugares en los que han podido desarrollarse: Venezuela, Estados Unidos, República Dominicana. Saben disfrutar de cosas sencillas como el encuentro entre amigos, un buen karaoke desafinado y la conexión con el público a través de lo que hacen.