
Los beneficios de tener una mascota en casa cuando hay niños son innumerables, estas les aportan compañía y les mejoran la calidad de vida, pero no solo a los niños, en general a los seres humanos les aumenta la longevidad, preserva el equilibrio físico y mental, reducen el estrés y disminuyen los índices de depresión.
Pero en los niños juega un rol aún más importante porque contribuye con el desarrollo educativo y social; los ayuda a asumir responsabilidades y a aprender valores como el respeto por los demás, aumenta su autoestima y mejora su integración en la familia.
Por si fuera poco, los animales desarrollan la capacidad en los niños de cuidar de alguien y les ayudan a ser más seguros.
Si estás en la búsqueda de una mascota ideal, estás leyendo el artículo indicado. Comencemos por los mitos, cuando el niño es pequeño, solemos pensar que la mascota también debe serlo y por lo general la primera opción es un perro. ¿Por qué? Porque el perro es considerado el mejor amigo del hombre.
Marcos Rodríguez, veterinario y entrenador de perros explica que una de las razas para escoger es el Pastor Alemán. Este canino es sociable, leal y poco agresivo, además es sobreprotector, así que nunca abandona a los niños que tiene a cargo.
Rodríguez recomienda que si se elige a esta raza, lo mejor es tenerlos desde que están cachorros, para que crezca con el infante y se desarrolle la capacidad protectora. Pero también recomienda el Golden Retriever, son animales muy amigables, inteligentes y cariñosos.
Si la opción de un perro está descartada, puedes evaluar tener peces y en este caso resulta sencillo porque se pueden tener en acuarios pequeños. Con este animal los niños tienen un contacto menos directo que con los perros, pero los enseña a tener la responsabilidad de alimentarlos. Los peces armonizan los espacios, bajan las cargas de estrés y les enseña a los niños sobre la vida animal.
Rodríguez también recomienda tener como mascota a los gatos. Aunque este animal es muy independiente, no son agresivos y suelen ser buena compañía. Los infantes que conviven con un gato tienen menos riesgo de sufrir ansiedad y depresión. Y, su estado de ánimo es más positivo y optimista ya que los gatos suelen ser muy divertidos, por lo que entretienen a los niños y les hacen reír con más frecuencia.
Otra bonita opción son los conejos, primero porque son adorables y tiernos, son una excelente compañía para los niños y son fáciles de cuidar, además no ocupan mucho espacio.
Finalmente, el experto invita a escuchar al niño y sí es posible, adoptar en vez de comprar una mascota, en el caso de que se elija a un perro o un gato.