
La lucha de las mujeres por ser reconocidas con igualdad y respeto a lo largo de la historia ha sido ardua, hace ver a la sociedad que ellas tienen una voz propia y su reconocimiento se ha vuelto un propósito muy importante en nuestra época. Hasta no hace mucho tiempo las librerías estaban llenas de nombres masculinos y no es porque ellas no se hayan destacado en la literatura, de hecho hasta el siglo XIX, las mujeres escritoras firmaban con seudónimos.
Un ejemplo de ello es Currer Bell, Ellis Bell o A.M Bernard, seudónimos adjudicados a autores masculinos, cuando en realidad eran los alias de las mentes geniales que fueron y son autoras de grandes obras literarias. Currer Bell y Ellis Bell fueron los apodos que usaron las hermanas Brontë para publicar sus novelas. La primera corresponde a Emily Brontë, escritora de Cumbres Borrascosas, publicada en 1847 y la segunda oculta a Charlotte Brontë, creadora de Jane Eyre, en 1874. Igual es el caso de Louisa May Alcott, quien bajo el mote A.M. Bernard publicó en 1869 su exitosa novela Mujercitas.
Las artistas femeninas eran aisladas cuando no encajaban en los formatos tradicionales de las épocas, la poetisa estadounidense Emily Dickinson, por ejemplo, era discriminada por no casarse. En su encierro ella encontró la forma de expresarse, de mostrar su manera de ver al mundo a través de la poesía. Con muchos factores en su contra, Dickinson logró publicar docenas de poemas a lo largo de su vida.
Pero el movimiento feminista ha logrado visibilizarlas, y darles paso al publicar obras fundamentales de referencia. Por esto, en Sonríe Miami hemos preparado una selección de 8 obras para conmemorar las y así demostrar el talento y el brillo que le dan las mujeres a la literatura.
1. El segundo sexo - Simone de Beauvoir
Escrito en 1949 por Simone de Beauvoir, fue una obra que obtuvo un rotundo éxito en ventas. Nació de la reflexión de la autora sobre el significado de ser mujer. Ella comenzó a investigar acerca de la situación de las mujeres a lo largo de la historia y escribió un extenso ensayo que aborda el tema de cómo se han percibido las féminas, la situación en la que vivían y cómo lograr que se amplíen sus libertades y su reconocimiento.
2. Tierra de mujeres: Una mirada íntima y familiar al mundo rural - María Sánchez Córdoba
María Sánchez Córdoba, hija y nieta de veterinarios, fue la última de varias generaciones vinculadas a la tierra y a los animales. Fue la primera mujer en su familia en dedicarse a un oficio desempeñado tradicionalmente por hombres. En este libro, la escritora da espacio a todas las mujeres que tuvieron que renunciar a una educación y a una independencia para trabajar la tierra con sus manos y así cuidar de sus familias.
3. De tal madre, tal empresa - Sarah Lacy
Sarah Lacy era una de las que pensaba que las mujeres con hijos no podían triunfar en una empresa, hasta que fue madre. Entonces descubrió que todo lo que le habían dicho al respecto era lo contrario de lo que ella había experimentado al ser mamá: “Estaba más centrada, me volví más ambiciosa, más productiva. Y desarrollé ese superpoder que se llama empatía, no cambié, seguí siendo la misma, pero para llegar a ser mejor”. La autora desmonta todas las opiniones que han hecho creer a muchas mujeres durante décadas que, si trabajaban, no serían buenas madres, y a muchos empresarios pensar que una madre nunca sería una buena trabajadora. De hecho, en el año 2012, la revista Forbes designó a Sarah como una de las 20 mujeres del mundo más influyentes en el medio empresarial
4. Una habitación propia, Virginia Woolf
En 1928 a Virginia Woolf le propusieron dar una serie de charlas sobre el tema de la mujer y la novela. Lejos de cualquier dogmatismo o presunción, planteó la cuestión desde un punto de vista realista, valiente y muy particular. Una pregunta: ¿qué necesitan las mujeres para escribir buenas novelas? Una sola respuesta: independencia económica y personal, es decir, una habitación y un ingreso propios. Solo hacía nueve años que se le había concedido el voto a la mujer y aún quedaba mucho camino por recorrer. Son muchos los repliegues psicológicos y sociales implicados en este ensayo de tan inteligente exposición y son fascinantes los análisis que hace sobre el tema de la condición femenina a través de la historia.
5. Corro y soy mujer – Erica Sánchez
Corro y soy mujer es una obra motivadora de Erica Sánchez, poetisa y autora norteamericana. Entre otras obras “Corro y soy mujer” es un libro que habla de la superación y el deporte como forma de vida y como motor de salud. “Un día cambié el sofá por las zapatillas y el running revolucionó mi mundo”, comenta Erica. Esta publicación te demostrará que puedes conseguir lo que te propongas a través del trabajo y la constancia.
6. Matar un ruiseñor – Harper Lee
Es un clásico de la literatura estadounidense, escrita por Harper Lee, una novela inspirada en las observaciones de la autora sobre su familia y sus vecinos, así como en un incidente ocurrido cerca de su ciudad en 1936, cuando tenía 10 años de edad. Trata sobre la injusticia racial y la destrucción de la inocencia. Una novela de 1960 que tuvo un éxito instantáneo, ganando el premio Pulitzer e inspirando una película en el año 1962, que recibió un premio de la Academia como la mejor novela llevada a la pantalla.
7. Ternura - Gabriela Mistral
Gabriela Mistral seudónimo de la poetisa chilena Lucia Godoy Alcayaga, fue la primera escritora de nuestro continente en obtener el Premio Nobel. Ternura es una obra dedicada a su madre y a su hermana Emelina, pilares fundamentales de su vida como fuente de inspiración en algunos de sus versos. Contiene canciones de cuna, rondas y jugarretas. Para Gabriela Mistral, Ternura no solo pretendía entretener y educar a niños por medio de la poesía, sino que también era un llamado a los adultos respecto de su responsabilidad ante ellos, en particular hacia los que vivían en situación de abandono.
8. La voz dormida – Dulce Chacón
Una novela emblemática, basada en testimonios reales, sobre el valor y la dignidad de las mujeres en los tiempos más difíciles de nuestra historia reciente. La voz dormida es una novela imprescindible porque ayuda a profundizar en el papel que las mujeres desempeñaron durante los años más oscuros de la historia contemporánea de España. Relegadas al ámbito doméstico, decidieron asumir el protagonismo que la tradición les negaba para luchar por un mundo más justo. Unas lo hicieron desde la retaguardia y otras, las más osadas, en primera línea de la guerrilla, donde demostraron su valentía y capacidad de sacrificio.