top of page

Yoga para mamás

Las mujeres tienen la maravillosa capacidad de traer vida al mundo y convertirse en mamás les cambia todos los aspectos de sus vidas, tal vez lo más notable es la transformación física, pero también hay un proceso emocional importante. Esos cambios internos son, en algunos casos, más intensos. Una disciplina recomendada durante el embarazo para sobrellevar esos procesos es el Yoga, porque trabaja con el cuerpo y la mente. También es recomendado después del parto y se le denomina yoga postnatal.

Silvia Martínez, entrenadora de Yoga posnatal, explica que uno de los beneficios que otorga esta práctica durante el embarazo es que proporciona energía sin poner en riesgo al bebé, “pero solo se debe practicar bajo la supervisión del obstetra y de un instructor especializado en maternidad”.

También ayuda con la elasticidad, y esto es importante porque durante los últimos meses de embarazo, la franja muscular del periné, que sostiene al útero, debe tener elasticidad para facilitar el paso del bebé por el canal del parto. “Ciertas posiciones recomendadas en la práctica de Yoga actúan sobre los músculos y ayudan a atenuar las contracciones y los dolores durante el proceso de parto”, explica la experta.

Martínez agrega que el Yoga también beneficia la postura de la madre, porque el desarrollo del bebé hace que la pelvis se desplace hacia delante, ocasionando el pronunciamiento de la curva lumbar. “El yoga durante los meses de crecimiento del bebé permite que la espalda se estire de forma correcta y equilibre el peso por todo el cuerpo”.

Otro de los beneficios es que baja los niveles de estrés, porque se trabaja en la respiración y se refuerza el sistema nervioso, además, mejora el sueño, reduce la ansiedad (sobre todo en el caso de las mamás primerizas), disminuye las náuseas y los dolores de cabeza. Pero además, esta disciplina ayuda al vínculo de madre-hijo, porque previene la depresión postparto.

Entre los estilos recomendados de Yoga para las mamás, Martínez explica que está el postnatal, el hatha yoga y el yoga restaurador. “Lo que no recomiendo durante esa etapa pre y postnatal es el Yoga caliente, porque este incluye posiciones exigentes y se practica en una habitación calentada a temperaturas más altas”.
¿Lista para comenzar?

El primer paso para practicar Yoga prenatal es consultar al médico, porque no es recomendable en las mujeres que tienen riesgos de un parto prematuro o las que sufren de cardiopatía o problemas en la espalda.

“Una vez se ha consultado al médico, les recomiendo una rutina de no más de 30 minutos de actividad física al día, pero les pido que no se presionen, cada cuerpo es diferente y aunque la práctica no sea diaria, hay un impacto positivo en las mujeres”, acota la entrenadora.

Por último, busca un lugar ventilado, un espacio en el que puedas concentrarte y llevar tu rutina sin distracciones. “No dejes de estar atenta a las señales de tu cuerpo, si notas sangrado vaginal o contracciones, te sugiero que te comuniques con tu médico”.

bottom of page